
Más de noventa días después de arrebatarle cualquier opción de conquistar el título de Liga al Real Madrid y de apearle de la final de la 'Champions', el Barcelona alargó su hegemonía en el fútbol español al vencer al equipo blanco (3-2) y lograr su décima Supercopa de España, la tercera consecutiva.
Messi fue, de nuevo, genio y figura y en partidos como el de hoy demuestra por qué va camino de convertirse en el mejor futbolista de la historia.
Nada más empezar el choque, una pérdida de balón en el centro del campo, casi le cuesta el primer disgusto. Valdés salvaba los muebles a tiro de Cristiano Ronaldo, como luego lo haría con Özil, y Benzema, y de nuevo con Cristiano, esta vez con la ayuda del larguero.
Fue una primera parte locamente maravillosa, repleta de intensidad y fútbol en la que el Real Madrid pagó de nuevo muy cara su osadía, la de adelantar sus líneas, robar muy arriba y sembrar el caos en campo rival, dejando mucho espacio detrás.
Dos fogonazos de Messi -un eslalon con asistencia de gol a Iniesta y una pared en medio palmo de área con Piqué y definición magistral del argentino- sirvieron a los azulgranas para adelantarse por dos veces en el marcador.
La primera vez, al cuarto de hora, y la segunda, un minuto antes del descanso, cuando rompía de nuevo las tablas en el electrónico que habían devuelto entre Sergio Ramos y Cristiano -este en posición dudosa- a la salida de un córner a los veinte minutos de juego.
Mourinho dio entrada tras el descanso a Marcelo por Khedira, adelantó la posición de Contreao, y sentó a un desdibujado Di Maria para meter a Higuaín.
El conjunto blanco se aferró de nuevo a la heroica. Se olvidó de fabricar fútbol -algo que había hecho muy bien hasta entonces- y apostó por añadir una dosis extra de agresividad.
Volvió la dureza habitual de Pepe, Marcelo y Sergio Ramos, quienes se jugaron la roja en varias acciones, y ese juego impetuoso que funciona arreones y que maneja de forma magistral.
El partido perdió plasticidad y ritmo. A penas una ocasión de Messi y otra de Sergio Ramos hasta que Benzema se encontró el 2-2 en un balón enredado en el área a falta de nueve minutos para el final.
Pero entonces apareció, como no, Leo Messi, para lanzarse para cazar un centro envenenado de Adriano cuando ya se olía la prórroga.
Ficha técnica:
Supercopa de España 2011 (vuelta). Estadio Camp Nou: 92.000 espectadores.
Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Mascherano, Abidal, Sergio Busquets (Keita), Xavi, Iniesta, Pedro (Cesc), Villa (Adriano) y Messi.
Real Madrid: Casillas; Ramos, Pepe, Carvalho, Coentrao, Xabi Alonso, Khedira (Marcelo), Di Maria (Higuaín), Özil (Kaka), Cristiano Ronaldo y Benzema.
Goles: 1-0: Iniesta, min.15. 1-1: Cristiano Ronaldo, min.20. 2-1: Messi, min.45. 2-2: Benzema, min.81. 3-2: Messi, min.88.
Declaraciones:
Piqué: "Mourinho está destrozando el fútbol español".
Guardiola: "Cuidado, porque un día nos haremos daño".
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